Narra El Diablo
Aún no puedo creer las vueltas que da la vida, hace sólo unos días era un muerto de hambre despreciado por la sociedad y hoy soy uno de los herederos del rancho Xicoténcatl... quién lo diría...
Desde la ventana de mi amplia habitación, observo todo lo que ahora me pertenece, aunque claro debo compartirlo con mi medio hermano Arturo, pero pienso que si él no existiera todo sería mío...
De pronto, escucho golpes en mi puerta... es mi nuevo hermano que me busca...
A: buenas, hermano... espero no interrumpirte...
M: para nada Arturo... ¿necesitas algo?
A: quiero que vengas conmigo a la sala... quiero presentarte a alguien...
M: ¿a quién?
A: es un chico muy especial para mí...
M: ¿alguien como un hermano?
Con una sonrisa en los labios, Arturo me contestó: alguien como una novia...
Entendiendo lo que mi hermano quería decirme sonreí pícaramente y dije: perfecto... quiero conocerlo ahora mismo... a ver qué tal tus gustos...
Arturo también rió y juntos bajamos a la sala... ahí nos esperaba un delgado joven que estaba de espaldas...
Cuando llegamos, él se dio la vuelta y finalmente lo vi...
Arturo dijo: mira José María... él es mi hermano Martín...
"José María", ese era el nombre de ese chico, el mismo de aquella vez... el mismo que yo violé...
Narra José María
Dios Mío, no puedo creerlo... esto tiene que ser una broma... el hermano de Arturo es el mismo hombre que abusó de mí, "El Diablo"...
Al tenerlo frente a mí, se arremolinan los recuerdos de aquella noche, cuando perdí mi virginidad... recuerdo mis gritos suplicando porque no me arrebataran la inocencia, pero a él no le importó y me penetró salvajemente... me hizo suyo a la fuerza para después dejarme tirado como una basura dentro de esa casa en construcción...
Regreso a mi realidad y observo la mirada fija de "El Diablo" sobre mí... escucho la voz de Arturo que me dice: José María, ¿qué te pasa?
Siento que todo me da vueltas, la vista se me nubla y no recuerdo más...
Después escuchó voces no tan conocidas y abro mis ojos... reconozco el lugar y estoy dentro de un consultorio...
Doctor: ya despertaste... ¿cómo te sientes?
JM: A-Arturo... ¿dónde está Arturo?
Doctor: él está afuera... ahora voy a buscarlo...
Segundos después, Arturo entra y se acerca a mí para abrazarme fuertemente...
A: qué bueno que despertaste... me preocupé tanto cuando te desmayaste en mi casa que sólo se me ocurrió traerte lo más pronto posible para acá...
El doctor dijo: hiciste bien Arturo... afortunadamente no fue nada más que un desmayo...
A: pero por qué se desmayó...
Doctor: ahora no puedo decirlo con exactitud, habrá que hacerle algunos exámenes de rutina... aunque podría ser que José María tuvo una impresión muy fuerte...
A: ¿una impresión fuerte? ¿tuviste alguna fuerte impresión José María?
Tartamudeando contesté: n-no, n-no sé por qué me desmayé... por favor llévame a mi casa... no quiero seguir aquí...
Doctor: coincido con él... que se vaya a su casa a descansar... sólo le recetaré unas vitaminas...
Con caballerosidad, Arturo me ayudó a levantarme de la camilla en que estaba y nos dirigimos en su camioneta a mi casa...
Ninguno de los dos hablaba en el camino, en mi mente sólo una cosa me daba vueltas...
A: ya llegamos... voy ayudarte a bajar...
JM: no Arturo, no es necesario... ya hiciste demasiado por mí...
A: y haría aún mucho más... sabes que te amo y no quiero que te pase nada malo...
En otras circunstancias, las palabras de Arturo me habrían halagado, pero en estos momentos se clavaban en mi corazón como un puñal...
Sin decir nada, me bajé de la camioneta y Arturo me alcanzó antes de que abriera la puerta de mi hogar...
Él me tomó por la cintura y me dijo: descansa, mañana vengo a verte para saber cómo sigues...
Arturo me dio un tierno beso en los labios y se subió a su camioneta desde donde me dijo: y no te preocupes, ya habrá otra oportunidad para que conozcas más a mi hermano...
Rápidamente entré a mi casa y corriendo me fui a mi cuarto, donde me eché sobre la cama para sollozar mi mala fortuna...
JM: ¿por qué Dios Mío? ¿por qué tenía que pasarme esto? ¿por qué tenía que ser ese hombre el hermano de Arturo? ¿cómo voy a decírselo ahora? ¿cómo?
Mi llanto fue interrumpido por mamá Tony, quien tocó mi puerta y le abrí... ella sostenía mi bebé en sus brazos...
MT: parece que el pequeño olió que habías llegado y comenzó a llorar... quiere estar contigo...
Tomé a mi hijo entre mis brazos y mamá Tony me preguntó: ¿qué te pasa? ¿estabas llorando?
JM: n-no me pasa nada...
MT: ¿estás seguro?
JM: s-sí...
Mamá Tony decidió no preguntarme más y se retiró para continuar con sus actividades mientras que yo cerré la puerta y comencé a llorar nuevamente, pero esta vez con Salvador en mis brazos...
JM: regresó, tu padre regresó y es el medio hermano del hombre al que amo... qué voy hacer ahora... qué voy hacer...
Narra Arturo
Después de dejar a José María en su casa, regresé al rancho y me encontré con Martín en la sala...
Él me preguntó: ¿qué le pasó a ese chico?
A: el doctor no sabe exactamente la razón de su desmayo, sólo le recetó unas vitaminas y le mandó hacer unos análisis... dice que pudo haber recibido una impresión fuerte, pero no entiendo cuál pudo ser...
Martín guardó silencio unos instantes y luego me dijo: pues esperemos que no sea nada malo... es un chico muy joven y también muy atractivo...
Sonriendo contesté: ¿verdad que sí?... conozco a José María desde que era un niño, creo que es el único amigo que he tenido y ahora él es mucho más que un amigo...
M: y... ¿tu mamá sabe lo que sientes por José María?
A: no, la verdad es que nunca he hablado con ella sobre mis sentimientos... eres el primero al que se lo digo...
M: pues, gracias por la confianza... hermano...
A: ¿hermano?... esta es la primera vez que me llamas así...
M: eso es lo que somos... aunque nos conocemos hace unos días, creo que el llamado de la sangre es más fuerte... espero que pase lo que pase, no olvides que somos hermanos...
A: por supuesto que no... teniéndote a ti ya no me siento tan solo...
M: ehhh... y volviendo al tema, ¿crees que tu mamá se opondría si supiera lo que sientes por José María?
Dudé en responder, pero lo hice: la verdad no lo sé...
M: prácticamente no conozco a tu mamá, pero supongo que como toda madre desea que su hijo la haga abuela, desea nietos... y José María jamás podrá darte un hijo...
A: sí, en eso tienes razón... no lo había pensado, pero no me importa... quiero a José María y me vale que no pueda darme hijos...
M: eso dices ahora, pero quizás si tu mamá se opone, tú cambies de opinión...
Mirando fijamente a Martín le respondí con firmeza: lo que siento por José María no va a cambiar nunca... estoy dispuesto a defenderlo de mi madre y de quien sea... por él me enfrentaría hasta con el mismo Diablo...
Narra Fabiola
Es de mañana en la ciudad cuando bajo de mi auto y entro a una cafetería... la mayoría de los chicos voltean a verme, estoy acostumbrada a que lo hagan, sé que soy una mujer atractiva y sensual...
Camino hasta la mesa donde me espera mi amigo Aarón, Ari, como yo le llamo... él es un chico de mi edad, a quien conozco desde hace años... es rubio, de cabello lacio, ojos azules, facciones finas, es muy lindo, pero es gay...
Él se levanta para saludarme y tras darme un beso en la mejilla, me dice: hola guapa... qué gusto verte...
F: hola Ari, extrañaba verte... desde que andabas con novio te olvidaste de mí...
A: lo siento linda, pero eso ya terminó, así que estoy de vuelta... pongámonos al día... ¿qué tal te va en el amor?
F: no muy bien...
A: eso no lo puedo creer, si cuando entraste varios hombres de aquí babearon por ti, puedes tener a cualquiera...
F: sí, puedo tener a cualquiera, menos al que yo quiero...
A: ¿a quién te refieres?
F: a Arturo, mi primo lejano... ya lo conociste alguna vez...
Levantando una ceja y sonriendo pícaramente, Ari me dijo: sí, es un chico muy guapo, pero no sabía que fueras tan incestuosa...
F: va, él y yo somos primos muy lejanos... si él no hubiera venido a vivir a mi casa, quizás nunca lo hubiera conocido...
A: ¿entonces es a él a quien quieres y no te corresponde?
F: sí, me ha rechazado en varias ocasiones y mi orgullo de mujer me hace desearlo más... quiero que sea mío aunque sólo sea para que después yo lo vote...
A: pues si te rechaza, no has pensado que quizás es gay...
F: ay por favor Ari, no todos son como tú...
A: no te enojes... yo sólo decía, pero además tengo entendido que él ya no está aquí en la ciudad...
F: así es, se regresó a su mugroso rancho porque su mamita está enferma... no hay para cuando regrese...
A: ay baby, pues entonces no sufras más y olvídate de él...
F: es que no puedo y no quiero... además por eso te llamé...
A: ¿para qué?
F: porque quiero que me acompañes... estoy dispuesta a irme al rancho de Arturo para seducirlo, qué dices ¿vienes conmigo?
A: ¿a un rancho? ay qué horror... seguramente debe estar lleno de polvo y caluroso... a mí avísame cuando vayas a New York...
Dándole un pellizco en la mejilla a Ari, le dije: ay no seas tan frívolo, piensa que ir a ese rancho será bagaje cultural, nos servirá para conocer cómo viven en los puebluchos de este país...
A: ajajajajaja... ¿tú me llamas frívolo? eres la reina de la frivolidad, querida... mira que encapricharte con tu primo e irlo a buscar a su rancho, eso sí que es nuevo para ti...
F: ya te lo dije, mi orgullo está herido y no tengo nada mejor qué hacer... voy a lograr que Arturo esté a mis pies, sea como sea...
A: ¿por qué no hacemos una apuesta? yo apuesto a que no lo logras y tú a que sí...
Sonriendo maliciosamente, extendí mi mano hacia Ari: es un trato, pero tendrás que venir conmigo al rancho...
Él estrechó su mano con la mía y respondió: muy bien, después de todo yo tampoco tengo nada qué hacer... igual y en ese pueblo me divierto un poco... ¿cuándo nos vamos?
F: hoy mismo...
A: ¿estás loca? tengo que arreglar mis maletas y comprar ropa adecuada para pueblo, además de repelente para mosquitos... sabes que me sacan ronchas...
F: ashhhh, está bien... nos vamos mañana, pero a primera hora... quiero llegar muy temprano a ese rancho para desordenarle la vida a Arturo...
Narra Arturo
Ya es otro día y mientras desayuno no puedo dejar de pensar en José María...
De pronto, escucho la voz de Martín que me dice: tienes una cara que pa' que te cuento... ¿te pasa algo?
A: le he estado marcando a José María, pero no me responde... estoy preocupado después de lo que pasó ayer...
M: vamos, no te preocupes tanto...
A: creo que lo mejor será que vaya a verlo a su casa...
Me puse de pie dispuesto a ir a buscar a José María cuando unas voces llamaron mi atención... la sirvienta entró al comedor y dijo: joven Arturo... acaban de llegar unas personas y quieren verlo, están en la sala...
Fui rápidamente a ver de quiénes se trataban y grande fue mi sorpresa al encontrarme con mi prima Fabiola y uno de sus mejores amigos...
En cuanto me vio, ella corrió a saludarme abrazándome efusivamente...
F: primoooo... hola, qué gusto verte nuevamente...
Aún sorprendido, correspondí al saludo fríamente...
A: ho-hola Fabiola, esta sí que es una sorpresa... ¿qué haces aquí?
F: pues mi papá me contó que tu mamá está muy mal de salud y como él no puede venir por sus negocios, me envió para ver si podemos ayudarlos en algo...
A: te lo agradezco prima, pero mi mamá ya está siendo atendida y esperemos que con el tratamiento pueda vencer a su enfermedad...
Ella colocó su mano en mi mejilla y respondió: ay me alegra tanto saber eso... bueno de cualquier forma, ya hicimos el viaje, así que estaremos aquí unos días, ¿no molestamos verdad?
A: n-no, claro que no son ninguna molestia...
F: ay perdón, qué tonta soy... ¿recuerdas a Ari? es mi mejor amigo...
El joven se acercó a mí para saludarme con una sonrisa...
Ari: hola Arturo, tienes un rancho muy... grande...
Art: hola... pues, todo aquí está a su disposición...
En ese momento, vi que Martín estaba parado cerca de las escaleras, por lo que lo llamé...
Art: prima, quiero aprovechar para presentarte a alguien...
F: ¿a quién?
Art: a mi hermano... él es Martín...
Los ojos de Fabiola se abrieron grandemente al ver a mi medio hermano...
F: ¿hermano? no sabía que mis tíos habían tenido dos hijos...
Art: es una larga historia, ahora sólo debes saber que él también es un Xicoténcatl...
Martín se acercó y con firmeza extendió su mano hacia Fabiola...
M: mucho gusto señorita...
Fabiola no le dio la mano y prefirió besarlo en la mejilla...
F: nada de señorita, somos primos, así que llámame prima...
M: como gustes...
F: mira, él es mi mejor amigo, Ari...
El amigo de Fabiola sonrió ampliamente y estrechó su mano con Martín...
Ari: mucho gusto en conocerte Martín...
M: igualmente...
Fabiola nuevamente se dirigió a mí: bueno, dónde está mi tía... quiero saludarla de una vez...
Art: ahora está durmiendo, por el efecto de los medicamentos... te pido esperar un poco...
F: bueno, pero entonces por qué no nos llevas a conocer el rancho... Ari quiere aprender a montar a caballo, jajajaja...
Ari: yo no te dije eso, no seas mentirosa...
Art: pues, este... lo que pasa es que iba de salida, pero si quieren, Martín puede...
Fabiola se aferró a mi brazo diciendo: ah no, eso sí que no... yo quiero que seas tú quien me enseñe el rancho... sólo estaré unos días primo y quiero que me atiendas como se debe...
Me sentí contrariado, pues deseaba correr para ver a José María, pero tampoco podía dejar sola a mi prima cuando acababa de llegar...
Martín me llamó un momento y me dijo: tu prima tiene razón...
A: sí, pero quiero saber de José María y no me contesta...
M: no te preocupes, tengo una idea...
Narra José María
Apenas si pude dormir toda la noche... constantemente me despertaba víctima de pesadillas, en más de una de ellas veía a "El Diablo"... no podía sacar de mi mente lo que me había hecho, la crueldad con la que me había desflorado seguía presente en mi cabeza...
También pensaba en la dulzura de Arturo, el momento mágico en que me entregué a él, pero ahora esa felicidad era empañada nuevamente por la misma persona que causó mi tragedia...
Mamá Tony interrumpió mis pensamientos: ¿qué te pasa José María?... tienes los ojos hinchados, es obvio que has llorado mucho... ¿te hizo algo Arturo?
JM: no, él no...
MT: ¿entonces quién?
Sin aguantar más, comencé hablar... tenía que desahogarme con alguien porque sentía que si no lo hacía iba a terminar por explotar...
Con lágrimas en los ojos dije: ay abuela, si tú supieras...
MT: cómo voy a saberlo si no me cuentas... dime qué es lo que te aflige...
JM: el padre de Salvador está de vuelta en el pueblo...
MT: ¿el padre de Salvador? nunca has querido hablarme de él... sólo sé que un desgraciado abusó de ti, pero no me has dicho su nombre ¿por qué?
JM: porque ni siquiera yo lo sabía... hasta ahora sólo conocía su apodo... es el tipo al que llamaban "El Diablo"...
Mamá Tony se sorprendió: ¿El Diablo? ¿ese delincuente fue el que te violó?
JM: sí abuela, fue él... por eso no te dije nada, porque temía que pudiera hacernos más daño, pero afortunadamente después de lo que pasó, no volvió a aparecer... se había ido del pueblo, pero ahora está nuevamente aquí...
Poniéndose de pie, mamá Tony vociferó: ese maldito tiene que pagar por lo que te hizo... tienes que decírselo a Arturo, él te va ayudar...
JM: no puedo hacerlo... no puedo decirle nada a Arturo...
MT: ¿por qué no?
JM: porque...
MT: ¿por qué? dime por qué Arturo no puede ayudarte...
Sollozando grité: porque "El Diablo" es el medio hermano de Arturo...
Los ojos de mamá Tony se desorbitaron al conocer la verdad...
MT: ¿qué dices?
JM: lo que oíste, Arturo tiene un medio hermano, él se enteró hace poco de su existencia... lo buscó y por fin lo encontró... ayer me llevó para conocerlo y casi me muero al ver que se trata del mismo hombre que me desgració la vida...
Sin salir de su asombro, mamá Tony se acercó para abrazarme...
JM: ¿te das cuenta? no puedo decirle nada a Arturo... su medio hermano es el que me violó, su medio hermano es el padre de mi hijo... ¿qué voy hacer ahora?
Separándose de mí, mi abuela me dijo: entiendo que esta situación es terrible, pero no puedes quedarte sin hacer nada... Arturo tiene que saberlo...
JM: no abuela, eso nunca... lo he estado pensando y creo que sólo hay una solución...
MT: ¿cuál?
JM: irme de este pueblo... tengo que escapar antes que se sepa todo...
MT: pero a dónde irás... toda tu vida has vivido aquí... no tienes a dónde ir...
JM: cualquier lugar será mejor que aquí... no sólo yo estoy en peligro, sino también mi hijo... no puedo imaginarme lo qué pasaría si "El Diablo" sabe que tengo un hijo de él...
MT: por eso te dije que debías dar a ese niño en adopción... ese niño sólo te traería problemas... ese niño es un estorbo...
Por primera vez, alcé la voz contra mi abuela: ese niño es mi hijo... es sangre de mi sangre y voy a defenderlo de quien sea... no vuelvas a decir que Salvador es un estorbo, es mi hijo y lo amo...
MT: pues yo opino diferente, pero hagas lo que hagas tendrás que hacerlo muy pronto porque esto no tardará en descubrirse... y las cosas podrían empeorar...
Las palabras de mi abuela quedaron resonando en mi mente... ella salió para el mercado y me quedé atendiendo a mi bebé... ni siquiera podía concentrarme en mis textiles, no tenía cabeza para nada...
De pronto, escuché que tocaron a la puerta, por lo que dejé a mi bebé en la cuna y me dirigí a abrir...
Sentí que el piso se hundía cuando encontré parado afuera de mi casa a "El Diablo", él me miraba con esos ojos oscuros que me atemorizaban y me hacían recordar mi tragedia...
Como acto reflejo, intenté cerrar la puerta, pero él metió su pie impidiendo que yo cerrara... bruscamente empujó la puerta y se adentró en mi casa...
Yo comencé a temblar, pues me encontraba solo y dije: ¿q-qué h-haces aquí?
Él me respondió con voz gruesa: vine a hablar contigo...
Al borde de romper en llanto, dije: t-tú y yo n-no tenemos nada de qué h-hablar...
Sin quitarme la vista de encima y avanzando hacia mí, "El Diablo" contestó: te equivocas, tú y yo tenemos mucho de que hablar...
¿De qué hablará El Diablo con José María?
¿La llegada de Fabiola afectará la vida de Arturo?
Continuará...
¿La llegada de Fabiola afectará la vida de Arturo?
Continuará...
No hay comentarios:
Publicar un comentario