Narra José María
No sabía qué hora era exactamente, suponía que ya era tarde por la oscuridad de la noche que invadía aquel asqueroso lugar donde me encontraba... lo único que sabía es que acababa de ser violado por un hombre desconocido... un maldito que se robó mi virginidad de una manera cruel y violenta para después dejarme tirado como un trapo sucio...
Con un gran esfuerzo, me levanté del suelo y cubrí mi cuerpo con la ropa o lo que quedaba de ella... lentamente salí de la casa en construcción y con pasos apesadumbrados me dirigí a mi hogar...
No sabía qué le diría a mamá Tony cuando me viera llegar en ese estado... afortunadamente cuando entré a mi casa, no encontré a nadie... supuse que mamá Tony se había dormido temprano y me fui a mi habitación...
Me quité la ropa y me metí a bañar... en el espejo del baño vi mi cuerpo desnudo y lleno de marcas rojas por la violencia con la que había sido tomado...
De mis muslos escurría sangre de mi virginidad perdida y semen del hombre que me violó....
Lleve una de mis manos hasta mi recién desflorado agujero y sentí dolor al contacto... mi entrada no sólo estaba enrojecida sino continuaba ampliada con la horma del pene de mi violador...
No aguanté más las lágrimas y lloré amargamente... de la regadera comenzó a salir el agua y yo me metí debajo del chorro intentado limpiar todo lo que el "Diablo" había ensuciado... con el jabón tallaba cada rincón de mi ser, pero sabía que no podía limpiar mi interior...
Sollozando me senté en el suelo mientras el agua seguía cayendo sobre mí...
En mi mente recordaba el tierno beso de Arturo y sus últimas palabras "espérame, por favor"...
Pero las tiernas imágenes eran borradas por los recuerdos de lo que el "Diablo" me había hecho...
Recordaba las palabras que él me había dicho segundos antes de robarse mi preciado tesoro: "una lindura como tú debe tener dueño, pero pues ya no tendrás más porque seguramente te va despreciar cuando sepa que fuiste violado, quién va querer a alguien que ya fue usado por otro".
El "Diablo" tenía razón, Arturo nunca me perdonaría, pues el mismo día que me había pedido que lo esperara había perdido lo que deseaba entregarle al hombre que amaba... ahora eso sólo era un sueño... yo ya no valía nada...
Me acosté en el suelo haciéndome un ovillo y deseando despertar de esa terrible pesadilla, pero lo único en lo que podía pensar era en las grandes manos del "Diablo" recorriendo mi cuerpo, aún tenía la sensación de su miembro dentro de mí... cerraba los ojos y recordaba su rostro y con su ardiente aliento decirme: "siempre me recordarás a mí, al macho que te rompió por primera vez, jajajaja".
Al día siguiente no quise salir de la cama en todo el día... mamá Tony me notó extraño, pero yo no quise decirle nada, me sentía muy avergonzado por lo que me había pasado... ella no insistió y yo tuve que fingir que nada pasaba...
Los días continuaron y mi depresión era evidente... mamá Tony creía que yo estaba así por la ausencia de Arturo y en parte era cierto...además Arturo me llamaba a mi celular, pero yo no quería contestarle, no podía hablar con él después de lo sucedido...
Deseaba olvidar todo, pero el destino tenía otros planes para mí... después de un mes comencé a sentir náuseas y mareos, yo no entendía qué me pasaba, creía que era la consecuencia de mi falta de apetito...
Un día casi me desmayo frente a mamá Tony y ella muy asustada llamó al doctor del pueblo...
Después de la revisión del médico en mi habitación, este salió a hablar con mamá Tony...
MT: ¿qué tiene mi nieto doctor? dígame la verdad por favor... ¿es algo grave?
D: no señora, no es nada grave... es algo hasta cierto punto normal...
MT: no lo entiendo... dígame qué tiene José María...
D: su nieto está... está embarazado...
M: ¿qué? pero eso no es posible...
D: lo es... recuerde lo que le dije la otra vez... aunque su nieto tiene el exterior de un hombre sus órganos internos son los de una mujer... seguramente su nieto tuvo relaciones sexuales y ha quedado encinta...
MT: Dios Mío, pero qué tragedia... qué voy hacer...
D: tranquila señora... no se preocupe con los cuidados necesarios su nieto no tendrá problemas con su embarazo...
MT: pero doctor, no se da cuenta... qué dirán en el pueblo... cuando se enteren de que mi nieto está preñado todos lo señalarán, dirán que es una aberración o algo así...
D: olvídese de eso doña Antonia... su nieto va necesitar de su apoyo...
El médico salió de mi casa sin que yo supiera lo que había conversado con mi abuela... la puerta de mi cuarto se abrió y mamá Tony entró...
Me puse de pie al ver la preocupación en su rostro y le pregunté: ¿qué pasó mamá Tony? ¿tengo algo malo?
La respuesta de mi abuela fue una cachetada que casi me hace caer...
Comencé a llorar inmediatamente: ¿por qué me pegas mamá Tony?
MT: eres un descarado de lo peor... tienes 15 años y ya te entregaste a un hombre... ¿cómo pudiste hacerlo?
JM: ¿por qué me dices eso?
MT: no te atrevas a negarlo porque tu estado es evidencia de tu pecado...
JM: ¿mi estado? ¿qué quieres decir?
MT: que estás embarazado... el hombre al que te entregaste te dejó preñado...
No podía creer en lo que mi abuela decía: ¿qué? pero eso es imposible... yo no puedo...
MT: claro que puedes... tus órganos internos son iguales a los de una mujer... por eso te advertí que debías cuidarte, pero tú lo que hiciste fue abrirle las piernas a un hombre y te dejaste embarazar... dime ¿el padre de ese niño es Arturo?
En shock por lo que mi abuela me decía no contesté... furiosa, ella me tomó de los hombros fuertemente y me dijo: contéstame... ese niño ¿es hijo de Arturo? ¿te entregaste a él verdad?
Yo grité: no, no es de Arturo... este bebé no es de él...
MT: ¿qué dices? pero entonces quién demonios te preñó... dime para que le exija se haga responsable de lo que te hizo...
Yo no podía decirle a mi abuela que el desgraciado que me había embarazado era el "Diablo"... tenía miedo por ella, ese hombre era un delincuente y podía hacerle algo... decidí callar...
JM: yo no puedo decirte...
MT: ¿por qué no?
JM: porque no sé quién es el padre...
Nuevamente mamá Tony me dio una bofetada: eres de lo peor José María... si no lo sabes es porque te has revolcado con más de uno... eres un pecador, eres igual a una mujerzuela...
Mi abuela se echó a llorar y yo quería consolarla, pero su enojo y decepción eran más fuertes...
MT: no te acerques a mí José María... me has decepcionado completamente, pero en el pecado llevarás la penitencia... ese niño será tu castigo, porque a partir de ahora no podrás salir a ningún lado... te quedarás aquí encerrado hasta que el bebé nazca...
JM: pero abuela...
MT: cállate... no te voy a exponer a que todos se burlen de ti o te vean como un fenómeno... no saldrás de aquí hasta que hayas dado a luz, después ya veremos...
Mi abuela salió de mi cuarto encerrándome con llave y yo sólo pude tirarme a la cama para llorar mi desgracia... ahora no sólo tendría que vivir con la amarga experiencia de haber sido violado sino también con el hijo de mi violador...
Tenía dos meses de embarazo cuando mi celular no dejaba de sonar, era Arturo que me llamaba como todos los días... es que no se cansaba de insistir... quería poner fin a esto por lo que en un arranque tomé el teléfono y contesté...
JM: bueno...
A: José María, ¿qué pasa? ¿por qué no me respondes?... he intentado comunicarme contigo y tú...
JM: lo siento, yo no he podido responder...
A: ¿qué sucede? ¿te pasa algo?
Escuchar la voz de Arturo me llenaba de pesar... lo amaba desde que lo conocí, pero ahora el destino me impedía quererlo...
JM: no me pasa nada...
A: dime la verdad... ¿qué pasa? cuéntame...
JM: ya te dije que nada y será mejor que dejes de llamarme... tú sigue estudiando y conviértete en un gran profesional... por favor no vuelvas a llamarme...
A: ¿por qué no?
JM: porque no y punto... adiós...
Colgué el celular y como ya era costumbre en mí me eché a llorar muy triste... le pedía a Arturo que me perdonara por lo que hacía, pero era lo mejor para ambos... cómo podía decirle que esos momentos llevaba en mi interior el hijo de otro hombre...
Por supuesto que Arturo no se rindió fácilmente, continuó insistiendo en llamarme, pero yo ya no volví a contestarle... cuando iba por el sexto mes de embarazo las llamadas dejaron de existir...
Para ese momento, yo ya lucía un estómago prominente... mi abuela me atendía en todo y el médico constantemente llegaba a la casa aunque yo casi no tenía malestares...
Desde mi ventana veía los pájaros volar y lloraba pues ellos me recordaban que eran libres mientras yo era estaba preso... veía mi estómago abultado en el espejo y lo acariciaba pensando en ese ser inocente que habitaba dentro de mí, pero de pronto me llenaba de rabia pensando en el padre del niño... el "Diablo" seguramente vivía sus días felices mientras yo tenía que cargar con las consecuencias de lo que él me había hecho... él disfrutaba de la vida después de usarme para su placer y dejarme votado... el único que sufría era yo, el pecador era yo y el castigo era sólo para mí... no era justo, la vida es muy injusta, pensaba...
Los nueve meses de embarazo pasaron rápidamente y una tarde mamá Tony entró a mi cuarto para llevarme de comer cuando me encontró con un gran dolor...
MT: ¿qué te pasa José María?
JM: ayyyy... me duele mucho mamá Tony... me duele...
MT: Dios Mío, el niño ya va a nacer... voy a llamar al doctor...
Una hora después, el médico me pedía que pujara lo más fuerte posible para que mi bebé naciera...
Yo pujaba y gritaba con todas mis fuerzas...
JM: aghhhhhhhh
El dolor era demasiado intenso, sentía que iba a desmayarme en cualquier momento... me aferraba a las sábanas de mi cama y ejercía la fuerza necesaria para ayudar a mi hijo a nacer...
Pensaba si la vida era sólo sufrimiento, pues nuevamente gritaba de dolor... sentía como mis caderas se abrían más mientras ese pequeño que habitaba dentro de mí se hacía espacio para salir a la vida...
Después de mucho esfuerzo, finalmente sentí como de mi cavidad anal salía el fruto de mi vientre... vi cómo el médico cortaba el cordón umbilical y ese pequeño lloraba con todas las fuerzas que sus pulmones le permitían...
El médico lo aseó y yo exhausto como estaba lo vi acercarse con el pequeño recién nacido...
D: te felicito José María, tuviste a un fuerte varoncito... tómalo, es tuyo...
Con las pocas fuerzas que tenía cargué al pequeño en mis brazos, el cual dejó de llorar al sentirse cobijado conmigo...
D: no cabe duda que sabe que eres su madre...
Al verlo y sentir el calor de ese cuerpecito no pude más que llorar... no sabía exactamente lo que sentía, pero las lágrimas salían de mí sin parar...
Luego que el médico se fue, alimenté por primera vez al bebé... era una sensación muy extraña... el chiquillo se aferraba a mi pezón izquierdo succionando la leche que brotaba...
Sentía dolor porque el pequeñito me mordía con sus encías, pero a la vez me llenaba de alegría ver cómo sonreía aferrándose a mí...
Mamá Tony entró al cuarto y después que terminé de alimentar a mi hijo, me lo quitó para acostarlo en su cuna...
MT: muy bien José María... ahora que el niño nació quiero que me digas qué haremos...
JM: no te entiendo mamá Tony...
MT: ese niño no se puede quedar aquí... lo mejor será llevarlo al orfanato para que lo den en adopción...
JM: ¿qué dices? no mamá Tony... no podemos hacer eso... ese niño es mi hijo...
MT: un hijo que concebiste de la peor manera... tú no puedes hacerte cargo...
JM: claro que puedo...
MT: no trabajas ni haces nada... ni siquiera hay un padre a quién reclamarle...
Como pude me levanté de la cama y caí hincado a los pies de mi abuela...
Sollozando pedí: te lo suplico abuela... no me lo quites, es mi hijo y lo amo... yo no tengo más nada en la vida que él... si me lo quitas moriré del dolor...
MT: pero no entiendes que ese niño es el fruto de tu pecado...
JM: aunque así sea... yo lo amo y él es un ser inocente, no tiene la culpa de nada... si quieres ódiame a mí abuela, pero a él no...
Me aferré a las piernas de mi abuela mientras lloraba amargamente...
MT: está bien, que esta criatura se quede, pero ojalá algún día no te arrepientas de lo que estás haciendo...
Mi abuela salió del cuarto y yo me acerqué a la cuna de mi hijo que dormía plácidamente...
Limpiándome las lágrimas dije: en mi vida sólo ha habido dolor, pero tú serás mi luz... mi salvación, mi salvador... sí, así es como te llamaré, Salvador...
Seis meses pasaron y yo aprendí el oficio de la textilería... en mi casa bordaba pulseras y otros tejidos que le entregaba a un anciano para que los vendiera en la plaza del pueblo... ganaba poco pero sacaba para mantener a mi bebé y tenía el tiempo para cuidarlo...
Una tarde cargaba a mi bebé después de alimentarlo y lo observé fijamente... Salvador ya tenía facciones más definidas y se parecía mucho a su padre, casi no tenía nada de mí... su rostro se asemejaba al de el "Diablo"...
...verlo me hizo recodar mi violación, el momento en que ese salvaje me desfloró sádicamente...
Rápidamente acosté a mi hijo en su cuna y tomé un vaso de agua para tranquilizarme... alguien tocó la puerta, pensé que era el anciano que vendía mis artesanías...
Abrí y grande fue mi sorpresa al encontrarme a Arturo parado en la puerta de mi casa, lucía tan guapo y varonil como siempre, había pasado más de año y medio sin verlo...
A: José María... ¿puedo pasar?
JM: es que yo...
Arturo no esperó respuesta y entró a mi casa y me dijo: ¿qué ha pasado José María? ¿por qué te negaste a hablarme? ¿por qué me pediste que no te llamara? ¿por qué?
Yo estaba mudo de la impresión y no sabía qué decir... el silencio se rompió ante el llanto de mi pequeño...
En ese momento, Arturo se percató de la cuna que estaba en la sala de la casa y al acercarse vio a mi hijo...
Arturo me miró y dijo: ¿y este niño? ¿qué hace aquí este niño José María?
¿Qué debía hacer? Estaba frente al hombre que amaba y no sabía si decirle la verdad... decirle que ese niño era mi hijo, el fruto de lo que consideraban mi pecado...
¿José María le dirá la verdad a Arturo?
Continuará...
Continuará...
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